14 junio 2010

El futuro es hoy

CAI – B NACIONAL
A la algarabía vivida hace poco más de dos semana con la goleada por cinco a cero frente a Santamarina de Tandil, le sucede la calma de saber que la Comisión de Actividades Infantiles seguirá en la Primera "B" Nacional. El ordenamiento para lo que se viene, ya empieza a generarse.
Crónica


Es tan prematuro como necesario empezar a diagramar lo que se viene en la próxima temporada. Durante la campaña "09-"10, hubo una mochila brava que cargar. Y el desafío que se viene no será distinto, o sí…, aparenta ser más cuesta arriba todavía.
El primer paso a definir es la dirección técnica. Es, sistemáticamente, el punto neurálgico de lo que se pretende armar para lo que viene después del Mundial de Sudáfrica. Aunque hay amagues desde las dos partes de llegar a un acuerdo con la continuidad de la dupla Marini-Medero, nada está definido.
Con la dupla, al padecimiento de la primera rueda, en la que se perdieron 11 partidos de 19 (6 en forma consecutiva), le sucedió una rueda de desquites con una leve mejoría que permitió evitar el descenso directo, pero no la Reválida.
Será cuestión de la dirigencia de la C.A.I. analizar si la dupla compuesta por Luis Medero y Claudio Marini colmó las expectativas, no sólo en materia futbolística sino también en la ejecución del lineamiento de proyección que pretende la cúpula dirigencial.

A partir de esa decisión, se empezará a diagramar el futuro inmediato. El propio Carlos Peralta confirmó al término del partido ante Santamarina, que será muy difícil retener a Jorge Piñero, Mauro Villegas y Lucas Villafañez, pero a esa lista también se podrían agregar Matías Soto Torres, Luis Vidal y Martín Dedyn.
Aunque había una intención de retener a Sebastián Vidal, el volante que llegó a préstamo por seis meses desde Boca Juniors, ya acordó su traspaso a Unión de Santa Fe. Además, no seguirían Alejandro Meloño, Nicolás Sartori y César González.
Es decir que se tendrá que armar una nueva estructura. Pero esas bases deberán ser lo suficientemente cementadas como para soportar la carga que representará mejorar sustancialmente el promedio. Se arranca muy atrás, demasiado.
Extraoficialmente se intuye que la intención es montar una formación distinta a la que se exhibió en la última participación. Todo indica que el objetivo pasar por realizar el esfuerzo económico como para reunir los puntos necesarios que no sólo engorden el promedio, sino que impulsen una probable posibilidad de pelear algo más que sacarse la soga del amenazante descenso.
Terminó una etapa pero ya arrancó la que viene. Se pudo mantener la categoría con el último espaldarazo. Un logro que no debe ser minimizado, sino valorado con la misma intensidad con la que defendió una plaza que a partir de agosto, irá por su noveno capítulo.