26 abril 2010

Que pase el que sigue

LIGA DE RIO GALLEGOS
Boca RG derrotó categóricamente a Hispano Americano por seis tantos a uno. Guillermo López a los treinta y ocho de la primera parte con un magistral tiro libre, allanó el camino para lo que en el segundo tiempo fue una andanada de goles ante un Hispano que supo cerrarles los caminos en la primera fracción, pero que en la segunda parte fue superado ampliamente por el Xeneize.
Texto: Alfredo Galvez. Fotos: LQ.

Segunda prueba para ambos. Hispano viene de derrota ante el bancario, aunque oficialmente Pablo Valencio, confirmaba la protesta de puntos que formalmente tiene el equipo de la calle Alberdi ante Bancruz por la incorrecta inclusión de Ramón Maidana en el “Azurro”, cuestiones que se deberán resolver en escritorios. Boca por su parte viene de golear en su debut al Petrolero de Jorge Nicolai, por lo que Don Vitale, no mete mano en el equipo y el once titular es un replay de hace siete días. Eduardo Martínez en el arco, Germán Cabral, Cristian Espinoza y Diego Acuña. Guillermo López, Walter Del Río, Diego Sandoval y Leandro Fernández. Enganche con Bruno Neculhueque y punta para Tulio Etchemaite y José Quiroga. El celeste con Marcelo Ojeda bajo los tres palos. Diego Guerrero, Cristian Lugo, Miguel Muñoz y Fernando Maidana componen los cuatro del fondo. En el medio Rodrigo Seijas, Diego Mansilla y Eduardo Villalba. Unos pasos más arriba Daniel Setembrino y abierto por derecha Diego Andrada, mientras que por izquierda aparece Franco Gómez. Pero en el dibujo incluye que los de arriba deben poblar zona media para presionar y no dejar pensar al rival.
Ni bien Juan Navarro extendía su brazo dando el inicio del partido, pasadas las dos de la tarde, Boca ya plantaba a sus “Boys” en campo celeste. Uno veía en ese arranque, que más allá de las posiciones, en campo se dibujan otras cosas. Guille López, aparecía por izquierda, lo que al menos a mí me llamaba la atención, porque el “fuerte” de López es justamente la franja derecha. Por ese andarivel dejado por el “ocho” se paraba el Wicha Del Río. Sin posición fija se mostraba por todos los sectores, especialmente por la izquierda, Bruno Neculhueque intentando tirar paredes con Leandro Fernández, casi un carrilero todo terreno por esa banda. Hispano se paraba bien prolijo en el fondo, donde Cristian Lugo y Miguel Muñoz eran casi insobornables en la franja central defensiva. Diego Guerrero cercaba a la perfección su andarivel derecho y Maidana proponía lo suyo por izquierda. Boca dominaba, sí, pero carente de profundidad. La zona caliente, esa que yo llamo zona de las “dieciocho” le daba mayor y mejor autonomía a la defensa celeste. Diego Mansilla no solo ponía presencia en medio campo, sino que además jugaba delante de esa firme defensa y el Xeneize, más allá de algunos intentos de desnivelar con gambetas por afuera de Quiroga o Bruno, o alguna subida sorpresiva de Cabral, terminaba indefectiblemente en centros que piernas o cabezas celestes sacaban una por una. Salvo una brillante atajada (Más allá del offside sancionado) de Martínez ante un cabezazo de Setembrino o alguna escapada en gambeta por parte de Diego Andrade, Hispano solo a cuenta gotas preocupaba a Boca. Los cambios de frente de Diego Sandoval o el mismo Fernández no tenían el efecto “sorpresa” por lo que algún tibio remate desde fuera del área, podía traducirse en peligro. Pero debo destacar la paciencia Xeneize, si bien el cero a cero podía desesperarlo, no cayó en esa y fue de apoco a sabiendas que la apertura podía llegar. Y fue efectivamente a los treinta y ocho, cuando con pelota parada y con una poblada barrera, López desde veinticinco metros con una caricia de la cara interna de su botín diestro, la puso por encima de dicha barrera al ángulo derecho de Ojeda, para que Marcelo busque la redonda por primera vez dentro de su arco. No mucho más para una etapa que se iba en el minuto cuarenta y cinco exacto con la orden a camarines de Don Juan Navarro. Sin cambios de nombres en ambos equipos, la complementaria daba arranque en la calma tarde dominguera del Defensores del Carmen. Boca retrocedió unos metros, a la espera de que Hispano saliera desde el fondo, y el celeste se animó a jugar más arriba, Setembrino comenzó a recibir más juego y su capitán Mansilla intentaba manejar los hilos de zona media. Boca toqueteaba en el fondo de derecha a izquierda y viceversa, a la espera del momento y lugar para meter un pique letal de sus puntas. Y llegó casi por decantación. Minuto catorce el pase es justo y preciso para Etchemaite que parte con pelota dominada unos metros nomás en campo rival, Quiroga, que ya puso primera para secundarlo, corre por derecha. Tulio que ve el claro y se manda, recorre metros y metros ante una defensa que retrocede y él sigue vertical en busca de Ojeda. La salida del guardameta sirve para que Etchemaite de derecha la ponga casi entre las piernas del uno celeste y cantar dos por cero. Dos minutos pasaron del festejo, cuando Quiroga aprovecha un error de Ojeda dentro del área se la cede a Etchemaite y Tulio Enrique con un fuerte disparo de derecha factura su segundo en la personal y el tercero de su equipo. Hispano sobre los veintiocho encuentra el descuento después de un furibundo remate desde fuera del área, que se estampa en el vértice derecho entre poste y travesaño, Eduardo que no llega y el rebote en el rectángulo menor lo aprovecha Andrada, que de zurda la manda al fondo de la red. Pero fue solo uno espejismo, porque tres minutos más tarde, El “Pepegol” Quiroga facturaba el cuarto y Rosales que ya estaba en campo a los treinta y nueve decía “quintina” y cerraba Darío Sandoval de cabeza a un minuto del final. Distinto rival, pero mismo resultado dirá la fría estadística de algunos, de ser tenis, hablaríamos de 6-1 y 6-1 y sería bien entendible. Boca va lento pero seguro, mientras espera por un nuevo Argentino “B”, ha puesto proa hacia el “Tri” campeonato. Por lo visto hasta ahora, los segundos tiempos son su mejor historia, su mejor versión. Allí es donde parece que los rivales se caen físicamente y es allí donde Boca se convierte en “Terminator” y aniquila al adversario. Bancruz es su próximo rival, una linda prueba para el Xeneize, por ahora y con fundamentos válidos Boca puede decir…”QUE PASE EL QUE SIGUE”.