12 agosto 2009

Hombre mirando al sudoeste

PABLO ALVARADO, defensor de Belgrano, es el único jugador profesional en el país oriundo de El Calafate, Santa Cruz. El flamante zaquero celeste nació en el sur, pero es hijo de padre tucumano y madre catamarqueña.
Gabriel Rodríguez (La Mañana de Córdoba)


“Las expectativas son ascender en lo grupal y jugar mucho en lo personal”, así explica Pablo Alvarado, una de las caras nuevas de Belgrano esto de llegar a un club y tratar de ganarse un lugar. Se incorporó al Celeste con la pretemporada en curso, en Salta y al toque tuvo su bautismo ya que Omar Labruna lo puso de titular en el amistoso con Atlético Tucumán. Como para confirmar cuánto confía en él, el DT también le dio la titularidad en el amistoso del último domingo ante Racing donde fue una de las figuras.
“Desde atrás veo bien al equipo, no tuvo grandes fallas y Labruna me pide que hable mucho y trate de adaptarme al puesto de líbero”, asegura el defensor quien se imagina ya en el primer equipo en el debut: “Es lindo empezar jugando y estará en mí demostrarle al técnico que quiero ser titular”.
Pero tiene una historia de vida que vale la pena contar. Nació hace 23 años en El Calafate, pequeña localidad ubicada en Santa Cruz y él mismo aclara una cuestión no menor: “Mis viejos son del norte, de Tucumán y Catamarca. Y hace 30 años se fueron al sur del país... son cosas de la vida”, sostiene el defensor que viene de San Lorenzo de Almagro.

“Hasta los 17 años viví ahí, en El Calafate. Me fui a Comodoro para jugar en la CAI pero estuvo sólo cuatro meses, ya que me salió la posibilidad de ir a Buenos Aires para jugar en San Lorenzo y ahí hice parte de las inferiores hasta llegar a Primera donde debuté con Ramón Díaz”.
Indudablemente que para él, ser el único representante de esa localidad en el fútbol profesional lo llena de orgullo, “¡Qué te parece!” dice. “Soy el único de El Calafate... somos pocos los de esa zona y de la provincia también. Está todo muy lejos, por eso es difícil llegar al fútbol grande, a lo mejor habrá alguno de la misma provincia en inferiores de algún club, pero no conozco”.
¿Por qué no quedó en San Lorenzo? Así lo explica, “Porque el técnico me dijo que no iba a jugar los minutos que yo pretendía. Además venía de una lesión, necesitaba jugar y no me servía quedarme en un club que por más grande que sea, no iba a tener lugar. Así que opté por jugar”. Pero antes de llegar a Belgrano la pregunta era si un jugador de Primera mira por televisión la B Nacional, a lo que contestó: “Se mira mucho la B Nacional, poque hay jugadores de Primera que vienen de ahí”.
Y al llegar a Belgrano quedó asombrado por las instalaciones y por el trato: “Me sorprendió la estructura que tiene, el nivel. Me habían hablado de las instalaciones y se quedaron cortos los que me hablaban maravillas... lo único que le falta al club es ascender”.