17 junio 2009

Felicetti: “todavía quedan cuotas de desorganización”

COMODORO RIVADAVIA
Según el funcionario municipal, la violencia está disminuyendo en las canchas, pero es consciente de que hay cuestiones de organización que aún deben ajustarse. Al término del clásico Huracán-Newbery, un sector de la hinchada del “Globo” y la Policía protagonizaron un feroz enfrentamiento. “Hay un grupo minúsculo al que no le llega la información de que el fútbol es para todos”, remarcó.
El Patagónico

El momento en que la Policía ingresa al sector de la popular, donde se apostaba la parcialidad de Huracán.


El clásico que estaba pendiente por la cuarta fecha del torneo Oficial A de Comodoro Rivadavia entre Huracán y Jorge Newbery, terminó de la peor manera el último domingo en el estadio municipal.
Tras la conclusión del encuentro, que terminó con victoria para Newbery por 2 a 1, algunos hinchas del equipo triunfador saltaron el alambrado para festejar con sus jugadores, lo que enardeció a un grupo de sus pares rivales, quienes intentaron invadir la cancha y comenzaron a tirar piedras.
La Policía reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos, pero los violentos no dieron el brazo a torcer y se enfrentaron con los efectivos, quienes, si bien en el inicio de los incidentes no les quedó otra que actuar para que el caos no se desbordara, no tuvieron peor idea que avanzar hacia la popular y tirar indiscriminadamente.
Como siempre ocurre en estos casos, los hinchas de verdad pagan los platos rotos por culpa de algunos imbéciles que no entienden nada de la vida, o se hacen los que no entienden para pasarla mejor.

Sin embargo, para Fabricio Felicetti, responsable del área de Seguridad Deportiva de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, el balance general de la organización fue “cien por ciento positivo”.
“El balance es cien por ciento positivo, porque años atrás se iban los dos tristes: uno por perder y otro por no poder festejar. Ahora, el que pierde se va triste, pero sabe que tiene revancha, y el que gana puede quedarse a festejar dentro del estadio con sus jugadores”, argumentó.
En ese sentido, destacó el acompañamiento de los referentes de las hinchadas. “En esto tiene que ver mucho, y le agradezco desde ya, la participación de sus referentes en ambas hinchadas. Tengo nombres, tengo apellidos y tengo más celulares que nunca. En este caso, me animo a decir que el próximo clásico va a ser mejor que este”, aseguró.
Por ese motivo, considera que el público seguirá acercándose cada vez más a los clásicos. “La gente viene porque se siente más segura. En este clásico, el incremento de asistencia fue de un 25 por ciento. Las populares estaban a full”, resaltó.

EXPECTATIVAS DE MEJORAR
El discurso inicial de Felicetti parece referirse a otro partido, pero luego el propio funcionario se encargó de dar su punto de vista sobre los incidentes del domingo, y admitió que todavía hay cuestiones organizativas por ajustar.
“El enfrentamiento que se vio al final, tiene que ver con que a ese grupo, cada vez más minúsculo, no le llega la información de que el fútbol es para todos. Por ahora, esto es difícil de llevar, pero me animo a decir que para el próximo clásico lo van a entender, a partir de lo que se pueda mejorar”, afirmó.
“Hemos transitado de lo que significaba la violencia a la desorganización. Hoy, el fútbol de Comodoro no es violento, pero lo que queda todavía son cuotas de desorganización. Esa desorganización, de lejos, se ve violenta, pero estando ahí con las personas más involucradas, y entre ellos los referentes de ambos clubes, veo que la violencia ha descendido bastante”, recalcó.
Respecto del accionar policial, Felicetti entiende que fue el correcto, desde el punto de vista de la inmediatez de los hechos que podrían haber sido muchísimo más graves.
“La pregunta es: ¿los tengo que sacar cuando están todavía en la tribuna y los canales están abiertos para que evacuen, o cuando los tenemos adentro de la cancha? Ahí iba a ser imposible sacarlos. Lo que pasó, no es ni el 2 por ciento de lo que hubiese sucedido si invadían la cancha”, sentenció.