02 junio 2009

Así, no se puede

LIGA DE COMODORO RIVADAVIA
El domingo, el futbol comodorense no pudo completar en forma íntegra, la octava fecha de Primera División "A". Incidentes internos provocados por integrantes de la hinchada de Petroquímica, evitaron que todo se desarrolle con normalidad. El futbol es víctima de un momento complicado de la sociedad.
Diario Crónica

Se hace difícil, casi imposible, tratar de agregar un poco de tranquilidad a la vorágine arremolinada de violencia que padecemos en los últimos cinco o seis años. La tesitura y mala actitud de unos pocos, privan a la gran mayoría de vivir en armónica tranquilidad.
Un partido catalogado como de los "realmente buenos", se acomodaba como para empezar a vivir en el césped de Petroquímica. No lo dejaron. Apenas abrió los ojos -a los 17 minutos- le cercenaron la chance de sobrevivir como hubiera querido.
Grupos antagónicos de Km. 8, que el club Petroquímica lamenta que se identifiquen con sus colores, se encargaron de llevar a la cancha, la intolerancia que cultivan en el día a día en las propias calles del barrio de zona norte.
Ese mismo inconveniente, el que se vivió el domingo en la cancha, se tiene que soportar con mucha más asiduidad que los propios dirigentes políticos ven o quieren hacernos creer que ven.
Se profesó -en realidad, también quisieron hacernos creer- que a partir de algunos remiendos, se podría curar el cáncer con una aspirineta para bebés. Entonces, se desparramaron pseudo-soluciones que pasaron por prohibir la entrada de las hinchadas visitantes, se instrumentaron controles en los accesos que no hicieron más que enervar a los pocos que iban a ver un partido de futbol y a aquellos que simplemente transitaban por las adyacencias.

También se habló -y afortunadamente no se llevó a cabo- que en un clásico Newbery-Huracán, se podría instrumentar una medida pacificadora entregando bombos y redoblantes antes del ingreso de las hinchadas con la condición de que luego los reintegren (¿?).
Así se está tratando la seguridad en los espectáculos deportivos. Con más teoría que práctica, con más hipótesis que habilidad, con más suposiciones que conocimiento del mundo al que fueron designados -y arancelados- para aportar soluciones.
¿Y ahora?. Sin hinchadas antagónicas en cancha, con controles de carnets de conductor en las adyacencias…, ¿Qué vamos a hacer con el odio visceral de los grupos opuestos que sobreviven en Km. 8?. ¿Se les ofrecerá un libro de Paulo Coelho para que razonen sobre las cosas positivas de la vida?. ¿Se les hablará de Dalai Lama y su mística?.
Esto es mucho más serio que una trifulca en una reunión futbolística. El domingo quisieron estar en cancha Petroquímica y C.A.I., pero no pudieron. No es que se los impidió el futbol, fue la enraizada crisis social en la que nos sumergieron decisiones y conveniencias políticas.
Por eso, tratando de encontrar soluciones para los que hoy no están encauzados, hoy, lo inmediato, lo sensato, es empezar a asomar desde las bases. Poner el esfuerzo en las nuevas generaciones, esas que todavía no están infectadas como para que en el futuro, la pelota no sea la excusa que muchos necesitan para mostrar las miserias que nos supimos conseguir.