08 febrero 2009

La zona dos tiene nuevo dueño

ZONA 2 - BOCA RG 2 vs JUPITER PB 0
En cancha de Defensores del Carmen Boca RG venció a Júpiter por dos a cero y terminada la primera rueda lo encuentra como único líder de la zona dos. D´Augero en la primera parte y Carlos Rodríguez en la segunda, sentenciaron la suerte del albirojo, que solo tuvo algunas pinceladas de buen fútbol en el arranque del encuentro. El resto físico mostrado por el xeneize fue notorio, especialmente en el segundo tiempo, cuando ya Júpiter estaba quebrado anímica y físicamente.
Fotos: Romina Barrientos. Texto: Alfredo Galvez

Cita obligada la de esta tarde en el Defensores del Carmen. Boca haciendo las veces de local llega a este partido segundo en la tabla, a un punto del líder, que justamente es el rival a vencer esta tarde.Y la punta y el buen momento que vienen de la mano del albirojo visitante, extienden un cheque en blanco para que desde Piedra Buena se manden en caravana hasta la capital de la provincia, con el corazón inflado de orgullo, porque este torneo los ha visto ganadores allá y acá y entonces hay que hacer que los muchachos se sientan locales aun de visitantes y para ello han poblado su tribuna adornándola de rojo y blanco con trapos viejos de glorias conseguidas y los nuevos porque el momento es el propicio. Mucho público del fútbol en general, adornan todo el rectángulo, salvando detrás del arco que tiene a sus espaldas la ría local, porque allí Boca ha levantado una larga tribuna con los colores azul y oro, para que hinchada, emulando a la “doce” porteña, haga su ingreso con bombos cánticos y sus “trapos” casi en una caravana a paso lento en busca de poblar dicha tribuna, casi en simultaneo con el inicio del partido.
Don Océs, técnico albirojo, presenta un solo cambio en su equipo titular, y no es voluntario, ya que hasta último momento se lo esperó al “chupi” Conteras, pero Aldo no se recuperó de su lesión, y la visita perdía de esta forma una pieza clave. Korol ocupaba su lugar, el resto los mismos que vencieron a El Cóndor hace siete días. Boca con la baja obligada de Jorge Olguín, al que veo a poco de ingresar al Defensores, mi saludo y mis dos preguntas obligadas “Cuanto te dieron Jorge??” dos partidos…, “Y el diente como va?? Sonríe, todo bien..su reemplazo recae en Carlos Muñoz con la dos en la espalda, pero hay otra variante y en este caso gentilmente me la cuenta Don Santiago, ingresa José Luis Barrionuevo en lugar de Pedevila , el resto va igual que ante Boxing. Eso si, Raúl Becerra, registra la dieciséis en su espalda y espera ansioso ingresar al menos unos minutos. Me animo a preguntarle a Rapalín, por un triunfo, “Con medio a cero me conformo”.

Gente de la lejana Trelew anda por estos confines, asignada a comandar el partido. Y un conocido de apellido Herrero, de nombre Walter, en el horario previsto manda inicio, para que el albirojo eche a rodar la caprichosa. Y la primera pelota parte con rumbo hacia el arco de Eduardo Martínez, dando la idea de que Júpiter no va a esperar lo que Boca proponga, son ellos lo que quieren proponer, y si aprovechamos el viento que tenemos a favor mejor, habrá sido la última charla técnica. Y por reloj fueron algo más de diez minutos, donde Boca no se amigaba con la redonda, y en el intento de jugar desde el fondo, cometían los primeros errores, perdiendo la pelota a manos de hombres albirojo, que agradeciendo gentilezas encaraba, por lo que primero se animó Cesar Vargas, después Izco lo propio Villalba, pero Julio, enojado con su mala suerte debe abandonar el campo por lesión a poco de comenzado el juego.
Rapalín se volvía loco con sus muchachos en esos primero minutos, donde al menos para su suerte no se dio eso de “los errores se pagan caro”, y el xeneize de apoco fue tomando el control del encuentro y por lógica pura, puso las fichas en campo rival.
Lucas Ceballos haciendo dupla con Manchafico, por derecha se juntaba en eso de toco y me voy y Víctor empezaba a ganar reiteradamente la banda y sus centro a caer al área para que Ferreras, Gonzáles y Llancao se rompieran el “coco” rechazando. Carlos Rodríguez tirándose en “palomita” casi consigue la apertura a menos de dos minutos cuando en uno de esos centros desde la derecha, gana la espalda de Moyano y a pelota pasa besando el caño derecho de Eduardo Fernández.
Cuando el Tigre, piboteaba y asistía, D´Augero esperaba de punta y prolijamente preparado cambiaban los roles, lo que dificultaba las marcas en el fondo albirojo. Flavio Márquez un relojito en la zona media, junto a Diego Sandoval capturaban toda pelota por esa zona, y Leandro Fernández, con toque de primera corriendo a lo ancho de de la cancha, aparecía como “diez” o como “ocho” elegía triangular buscando los claros y se ofrecía casi de inmediato para la descarga, Llancao Lillo y Carreras, solo le veían la “once” en su espalda, porque cuando reaccionaban, Leandro ya se había ido.
Sobre los treinta y uno pelota de derecha a izquierda, como quien dice, pasada al segundo palo, Rodríguez que hace el trabajo “sucio” de distracción, “chamullo” y otras yerbas, para liberar el espacio que D´Augero, aprovecha y apareciendo como una tromba en posición de zurdo, vence por primera vez en el campeonato a Eduardo Fernández para desatar el jolgorio boquense consumado en abrazo hacia el “vikingo” y explosión en la popular xeneize.
Júpiter, perdía la punta, perdía el invicto, pero el presente inmediato dictaba que perdía en todos los sectores del campo, tenía a su favor que Boca no terminaba de ser profundo, pero el resto era literalmente todo a pedir de Boca.
La segunda parte, fue no solo un calco de la primera, fue directamente un monologo boquense, en cuanto a dominio, toque, rotación y un libreto cuidadosamente ensayado y llevado a escena con suma precisión por los muchachos locales.
Júpiter vale reconocer, no apelaba al juego brusco, menos aun a la mala intención se veía superado, es cierto pero jugaba con armas leales. Diez minutos de juego, escalada (de las tantas) por derecha de Lucas Ceballos, le gana a Castagnoviz, manda el centro a baja altura, el Tigre que esta atento a la jugada, pica en dirección a la redonda y gana, giro y hay sangre de gol en las pupilas de Carlos, lo mira a Fernández y de derecha la pone al palo más lejano de Eduardo, para llenarse la boca de gol, y hacer la que más le gusta recorrer extasiado con los brazos en alto por detrás del arco vencido en una ofrenda tan simbólica como sincera con su hinchada.
El dos a cero, fue definitivamente el quiebre de Júpiter, tanto anímico como futbolístico, esto del césped sintético es bueno para el juego, ni que negarlo!!, pero te pasa facturas en lo físico y el albirojo lo padecía.
Adentro Cabral por un lesionado Lucas Fernández, viene a la cancha Pepe gol Quiroga y se va el capitán Diego Sandoval, pero el cambio más esperado, sobre todo por lo buen tipo que es, más allá de lo que juega y los goles que factura, es el retorno a las canchas de Raúl Becerra, después que esta misma cancha lo viera partir hace unos meses lesionado y en camilla. Poco importó que el “Bombardero” jugara solo algunos minutos, y que se lo notara todavía falta de competencia, la sonrisa de todos era su regreso, y eso solo justificaba el cambio.
Márquez tomó la cinta de capitán y siguió tomando la pelota en mitad de cancha, encaró cuantas veces se lo propuso, Ceballos siguió haciendo lo propio por derecha, Leandro no paró de correr los noventa minutos, nombro a los tres casi como un símbolo a destacar en un equipo que en todas sus líneas tuvo picos muy altos en lo individual y lo colectivo. La diferencia pudo ser mayor, pero Boca no se enloqueció por eso, buscó sin ser avasallante el arco rival, y defensivamente y en especial en la segunda parte, no tuvo inconvenientes de ningún tipo.
El pitazo final de Herrero, de correcto arbitraje, confirmaba el enroque en la punta entre Boca y Júpiter, ahora el xeneize lidera y el albirojo de Piedra Buena lo escolta. Ahora ambos van de visitante ante Cóndor y Boxing respectivamente, saben ambos que no la tiene fácil, por el contrario, pero vienen siete días para prepararse. El xeneize una vez terminado el encuentro y mientras la gente se retiraba, volvía al campo para hacer trabajos regenerativos, lo que se dice “trabajo en serio”. Veo a su paso al Tigre, Flavio Márquez, Sandoval, saludando a su parcialidad que parece no querer retirarse nunca, la felicidad hoy es el común denominador en todos ellos. La zona dos al menos por siete días… ha cambiado de dueño