09 diciembre 2008

Un Huracán no apto para cardíacos

ARGENTINO B
En un partido lleno de emociones, el Globito acertó en el final y se quedó con un triunfazo que le permite quedar nuevamente como único puntero de la zona. Oscar Colman, Martín Subiabre de penal, Diego Rubilar y Pablo Romano convirtieron los tantos del conjunto comodorense, mientras que Armando Mansilla, Pablo Acosta y Edgar Galeano anotaron los goles del "aurinegro" que siempre estuvo al frente en el marcador.
Foto: El Patagónico. Texto: Diario Crónica


Se está haciendo costumbre, por ahora una sana costumbre. Porque como hace un par de fechas atrás frente a Cruz del Sur, Huracán no sólo comenzó perdiendo sino que además, siempre estuvo abajo en el marcador. Nuevamente se tomó la cabeza ante un penal malogrado por Martín Subiabre y otra vez volvió a delirar sobre el final con el gol del triunfo. La historia actual del Globo perece ser esta: si no sufre no vale.
El comienzo del partido si bien fue algo chato, se presentó claramente favorable a Huracán. Lastimando por los costados con Oscar Marchant y Martín Subiabre, el conjunto comodorense llevaba peligro al arco rival. Justamente estos dos protagonistas fueron los intérpretes de la primera chance clara de gol, desborde y centro de Marchant al segundo palo donde Ancatén luego de pararla de pecho sacó un zurdazo que salió apenas arriba del horizontal.
Pero a pesar de que Huracán continuó con el dominio territorial y volvió a avisar con una palomita de Diego Rubilar que salió desviada, fue el Deportivo quien abrió el marcador. En su primera llegada el "Chaca" Pérez le bajó el balón a Armando Mansilla para que este sacara un remate que encontró una floja respuesta de Matías Cano que dió rebote y allí "Petete" Mansilla no perdonó.
Afortunadamente, el Globito estuvo rápido de reflejos y rápidamente respondió al cachetazo inicial del "aurinegro". Tiro libre ejecutado por Jorge Barrera que en el punto penal encontró el acertado desvío en la cabeza de José Ancatén para que en el segundo poste Oscar Colman metiera un certero frentazo de pique al piso para batir a Mauricio Muñoz.

Un minuto después de que llegara la igualdad, la visita se quedaba con un hombre menos por la expulsión de Hugo Romero, quien vió la roja por una fuerte falta desde atrás a Brigatti Gómez. El panorama parecía alentador, envión anímico por la igualdad obtenida y superioridad numérica. Pero el desarrollo del encuentro tenía otros planes para Huracán.
Corner desde la derecha para Madryn, una serie de rebotes que hacen que el esférico llegue a los pies de Pablo Acosta que remata y nuevamente un desafortunada intervención de Cano que sacó el balón desde dentro del arco ponen otra vez al frente a los del Valle. Pero el globito de nuevo respondió rápido, centro pasado que bajó Ancatén y la pelota que pega en la mano de Acosta. Antillanca sancionó penal y Martín Subiabre con un derechazo cruzado arriba puso la segunda igualdad.
El arranque del complemento fue una copia fiel de la inicial, poco y nada pasaba hasta que la fortuna volvió a sonreírle al Deportivo. Tiro libre desde la derecha que envió en forma de centro Edgar Galeano, la pelota no encontró nadie que la desvíe pero sí el fondo de la red luego de picar en el borde del área chica.
Pero como no hay dos sin tres, Huracán volvió a encontrar la igualdad rápidamente. Corner desde la derecha, Diego Rubilar realizó un excelente movimiento para anticipar a su marcador y luego meter un certero cabezazo que dejó sin respuesta a Muñoz.
Y tan sólo un minuto después perecía que en la tarde gris el sol saldría pera el Globo. Oscar Marchant encaró a pura velocidad y gambeta para pisar el área rival donde Federico Elgarriaga no pudo con él y lo derribó cometiéndole un claro penal. Subiabre volvió a tomar la responsabilidad de ejecutar el penal pero esta vez fue Muñoz quien ganó el duelo desviando con sus pies el remate recto del capitán de Huracán.
Más allá del golpe anímico Huracán continuó presionando y las emociones llegaron una tras otra. Primero con una chance desperdicia por Rubilar muy difícil de explicar, porque no se entiende como el cabezazo inicial del delantero no entró luego de pegar en el poste y menos como el propio Diego tras tomar el rebote la mandó nuevamente de cabeza por sobre el travesaño.
Unos minutos después el que lo tuvo de cabeza ente una floja salida de Cano fue Omar Ríos pero el esférico dió contra el soporte del arco, mientras que en la contra el propio Ríos salvó a su equipo cuando el toque hacia el medio de Damián Gutiérrez parecía tener destino de gol.
A los 38 Rubilar volvió a ganar de cabeza en el área rival tras corner enviado por Oscar Marchant, pero no pudo gritar gol porque el desesperado manotazo de Muñoz alcanzó a desviar los suficiente el balón para que este diera en el travesaño.
Cuando el partido se moría y parecía que la ilusión del triunfo se esfumaba apareció Pablo Romano, otra sana costumbre a la hora de tratarse de goles importantes, y con un fuertísimo frentazo infló la red y desató la locura de todos, en especial de Orlando Portalau que se colgó del alambrado para dejar por un instante su rol de técnico y festejar como un hincha más.