26 octubre 2008

Boca volvió a creer en Boca

BANCRUZ 0 vs BOCA RG 5
Boca Río Gallegos se recuperó rápidamente de su caída ante Ferro y le propinó una goleada de cinco a cero a Bancruz. Dos goles de Daniel Escobar, igual número de Diego Jancich y uno de Jorge Olguín sellaron la suerte de los azules. A pesar de los goles sufridos, fue grato ver nuevamente a Oscar Ghel, custodiando el arco del bancario.Boca ya campeón, se prepara para enfrentar su último compromiso oficial del año dentro de siete días ante Hispano Americano.
Fotos: Romina Barrientos. Texto: Alfredo Galvez

Poco, muy poco público para ver este Bancruz-Boca que pasados seis minutos de las cuatro de la tarde, daban inicio a la penúltima fecha del torneo de la Liga de Futbol Sur.
Boca con vestimenta amarilla, daba el puntapié inicial al encuentro, y sin estudios ni rodeos, se plantó casi de lleno en campo adversario. Escobar del centro hacia la derecha, en velocidad y aprovechando su tranco largo, desnivelaba por el sector de Franco López, marcador por izquierda. Lucas Fernández, juntándose con su hermano Leandro, hacía el dos uno sobre Ríos a espaldas de Larralde, que está claro que por derecha, como un “ocho” clásico, no se siente cómodo ni mucho menos.
En menos de diez minutos creo haber contabilizado no menos de cuatro tiros de esquina a favor de Boca, tanto por derecha como por izquierda, en cada uno de ellos Luna, Olguín, Correa y Mussi visitaban el área contraria en busca de alguna pelota aérea.
Mi sorpresa puntualmente, radicaba en la soledad con la que aparecía Leandro Mussi, una torre humana por su altura y encima buen cabeceador, que buscaba por lo general como último hombre y nadie, absolutamente nadie reparaba en la marca. Entonces dejo de sorprenderme, cuando de un centro pasado al segundo palo, aparece Leandro y de cabeza, hace que Oscar Ghel, capture la pelota contra el poste, cuando muchos reclamaban que la misma había entrado.

Sobre los once y con otro tiro de esquina, esta vez desde la izquierda, Jorge Olguín se eleva en el corazón del área y con un frentazo doblega a Ghel para que Boca pegue el primer grito en la fría tarde sabatina. Todos los ojos del hincha bancario, estaban puestos en lo que pudiera hacer Maxi Chávez desde la zona media en adelante. Pero Boca tomó sus recaudos y acostumbrado ya a esto de hacer pressing en la zona del círculo central, en cuanto el mago, tomaba contacto con la redonda, aparecían no menos de tres hombres del xeneize con la clara tarea de quitársela. La orden era clara, “Maxi no debe pensar” por lo tanto el bancario quedó limitado casi en exclusividad al esfuerzo y creación de Cristian Bazán que se convertía en “señuelo”, como para que Boca se distrajera del chueco y lo liberaran de marca, pero tampoco funcionó, porque el mediocampo, hoy amarillo dijo “Para vos también hay” y el circuito bancario quedó trunco.
Barría las buscaba todas y prácticamente fue quien más preocupó a la sólida defensa boquense. Minuto treinta y siete, jugada de pizarra por derecha, Jancich que lo difícil lo convierte rápidamente en fácil, baja casi pegado a la raya final por derecha de su ataque una pelota que le llegaba a media altura, le sirve el centro a Escobar, y el formoseño que pintaba ya para intratable, con parietal izquierdo mete el dos a cero para Boca.
Ya Larralde caminaba como el cinco que es y al menos en esa posición, tenía mayor volumen de juego y por lógica Bancruz podía pelear y dar mejor batalla en esa zona, Valdez en ese cambio posicional también ganó porque fue más productiva su tarea por derecha. Pero esa mejoría no se proyectaba de tres cuartos hacia delante, en el fondo xeneize los cuatro, Mussi, Correa Olguín y Lucas Fernández, rara vez perdían y menos aún se equivocaban, por lo que el bancario, relegaba sus ataques a alguna pelota parada que hoy en los pies de Maxi Chávez no lastimaron a Eduardo Martínez.
Cuando se cumplían tres de alargue, desde el fondo por izquierda Lucas mete un pelotazo de no menos de cuarenta metros, objetivo: Jancich, posición: La cabeza y Diego convertido en centro atacante gana las espaldas de los centrales, y viendo la salida presurosa (Y ami gusto equivocada) de Ghel, la “peina” sobre la humanidad de Oscar y la pelota mansamente va con destino a convertirse en el tres a cero. Pitazo de Eduardo Lugo y al descanso.
Repasaba en mi memoria cada uno de los goles boquense y todos tenían un factor común: Juego aéreo, los tres goles de cabeza, daba la certeza que Boca iba mas que bien de arriba ayudado que el bancario iba mal de alto, cometiendo el error de mirar la pelota y no el hombre, por lógica perdían la marca y posición, por lo que el resultado me eximía de mayor comentario.
La segunda parte estuvo prácticamente circunscripta en cuantos más podía aumentar el marcador Boca. Porque no hubo variantes en cuanto a la primera etapa.
Chávez, siguió rodeado de casacas amarillas, y a medida que Maxi se fue poniendo fastidioso con el mismo, le fue facilitando el trabajo a su adversario. El ingreso de Blanco le dio mayor movilidad a Bancruz por derecha, ahora Barría contaba con un aliado en ataque, pero en definitiva Mariano solo tuvo una clara ante Martínez, que Eduardo fiel a su costumbre de amargar delanteros, en el mano a mano se quedó con el duelo .
Dos goles para poner en un cuadro fueron el cuarto y quinto que cerraban la goleada.
Sobre los veinticuatro, el formoseño Escobar, con dos hombres en el camino, casi pisando el área, de derecha la clavó al poste izquierdo de Ghel, para emprender loca carrera al banco de suplentes y estrecharse en abrazo con todos.
Cuatro minutos más tarde, de contra, la hizo toda Escobar yendo hacia el arco rival en línea recta, lo tomaron ilícitamente, pero Don Eduardo Lugo, con el criterio de siempre aplica la ley de ventaja porque la pelota le queda a los pies de Jancich y Diego, cuando ve al arquero bancario que intenta el achique, se la “pica” por sobre la cabeza de Oscar y la pelota casi con suspenso ingresa, para anidarse en el fondo de la red.
Pero Diego, siempre tiene una de cal y una de arena, y poco después le va a destiempo a Larralde y Lugo hace lo correcto “Te felicito por el gol, pero no puedo dejar pasar esta” y le muestra al veintidós xeneize la segunda tarjeta amarilla del, partido, por lo que Boca termina el pleito con diez.
Resultado optimo para el ingreso de los juveniles Peickovich y Gonzalo Lucas piensa Santiago Rapalín y los manda al campo.
Sin tiempo adicional Eduardo Lugo dictamina el “No va más” y da por finalizado el encuentro. Momento justo para que el sol por primera vez en la tarde se mostrara a pleno, mientras la poca gente que se arrimó hoy a Defensores se retiraba hacia sus casas. Ganó Boca, la derrota de la semana anterior, en la que dijimos que se tomó licencia ya es historia. Le queda solo un peldaño por subir, y es contra Hispano Americano en siete días. Contra el celeste tiene una espina clavada desde la fecha once, seguramente se la querrá sacar, con fútbol por supuesto, de eso…simplemente de eso hablo.