18 mayo 2008

La noche de las tarjetas rojas

Cuando uno habla de seis expulsados, cinco de ellos de un mismo equipo, que lo imposibilita reglamentariamente a seguir jugando, piensa en un partido violento, con jugadores “sacados” y hasta se imagina una batalla campal. Créame que nada más lejos de la realidad. Boxing e Hispano jugaron un partido discreto, donde la diferencia en la tabla no se reflejó en la cancha, al menos hasta cuando fueron once contra once, pero David Rogel, árbitro del partido, puntualmente en la segunda expulsó a Dios y María Santísima, tuvo que suspender el partido a los treinta y cinco del la complementaria. Un arbitraje para el olvido. Particulares intentaron agredirlo al término del encuentro. Sábado de clásicos, mientras Estudiantes ganaba en la plata y Boca agónicamente vencía a Racing, acá en Río Gallegos, Boxing e Hispano, comenzaban otra edición del clásico local.
Clásico venido a menos, dicen muchos, pero clásico al fin. Boxing peleando por arriba de la tabla y el celeste pujando por salir desde el fondo. Y la muletilla de siempre “Clásicos son clásicos” que vale decir en término futboleros, no importa el presente de uno y otro, son duelos apartes, que suman además de los puntos, otro capitulo en la historia.
Y que mejor por el presente actual de Hispano, que salir desde el arranque a buscar el partido. El celeste lo planteó de esa forma, presionando arriba, como para intentar que desde el fondo Boxing no salga tranquilo, forzar de alguna manera, el error del albiverde, y créame que tan mal no le fue.
Porque la dupla central Simoes, Surita se equivocaron más de lo normal, y eso tuvo como principal culpable a Diego Andrada y Alejando Trejo.
Leandro Robledo y el capitán Marcos Páez en la captura del balón en la zona media, Fernando Vergara, libre para generar fútbol y Franco Gómez intentando tapar las posibles subidas de Aguilar, eran a rasgos generales el dibujo de Hispano. Boxing, mismos nombres e igual sistema, pelota al piso, intentando siempre salir desde el fondo por sus laterales Cassin y Aguilar, más arriba por zona media Díaz y Maidana y Aranda distribuyen el juego. Toledo un par de pasos más adelantado, Mario Triviño, volcado por izquierda, más en las cercanías de Cassin que de costumbre.
Pero esta imagen dura siete minutos, porque justamente Triviño un par de metros pasada la línea media desde la izquierda se la da a Díaz, y Gustavo recorre uno, dos metros, no más, y desde casi veinticinco le pega de derecha para colarla en un ángulo GOLAAAZO!!!.
Y el celeste a remar, sobre los trece desborda Andrada por derecha, centro al corazón del área, en busca de la redonda van Trejo y el cierre de Aguilar, este le comete penal, que nadie protesta.
Fernando Vergara acostumbrado a estas paradas, toma la pelota y la manda a guardar. Vamos de vuelta dice Rogel, correctamente, por invasión. El replay tiene la misma efectividad y la cosa se pone uno por uno. Poco le dura esta alegría a Hispano, porque sobre los diecisiete Boxing en ataque, tiro, poste, Hispano que mira, y el juvenil Aguilar avenido a atacante, pone de derecha con tiro bajo el dos a uno para el albiverde. Sobre los veinte Trejo se pierde el empate, aprovechando un mal despeje de Garay, Alejandro, la pone por arriba queriendo sorprender en el camino a Claudio, pero la pelota pasa cerca del poste derecho. Y la “mufa” empieza a adueñarse de Hispano, porque a los veintiocho Fernando Maidana, debe abandonar el campo por lesión, y a los treinta Franco Gómez también debe abandonar el campo pero por la roja que le muestra Rogel. Franco ya estaba amonestado, y se le tiró mal al número cuatro Aguilar, y roja directa o amarilla era lo mismo, porque igual se iba. Nada que objetar.
A los treinta y dos, pase de Vergara a Trejo, falla Simoes, y el nueve encara, pisa el área y se enreda, su puteada a los cuatro vientos, es la impotencia que empieza a sentir Hispano cuando las cosas no te salen. Cuarenta minutos, Surita para Garay, Claudio que quiere jugar con pie derecho, presiona Trejo, y la pelota pica a metro del arco, y la saca Simoes. Casi final de la etapa, peloteo en área de Hispano, el Noni, que parece meterla, y le ahogan el gol con un rechazo a cualquier parte. Y se va la primera. Pero el frío no, sigue firme con nosotros. Al arranque de la segunda parte, aparece Julián Ojeda por un lesionado Gustavo Díaz, ya Hispano antes de los cuarenta y cinco metió dos cambios también por lesiones. Con Julián por derecha Boxing gana no solo en velocidad sino en desborde y centros, porque el albiverde, domina terreno, sí, pero lateraliza en demasía, no es vertical para nada y Matus, ha pasado desapercibido porque jamás fue bien asistido, Boxing ha tenido más el balón sí, pero Fernando Ojeda, no ha tenido grandes sustos ni mucho menos. Es más, la diferencia numérica en esos últimos 15 de la etapa, realmente no se sintió. Se reinicia el partido, dos minutos de juego, ataque de Boxing, hombre al suelo y Rogel marca pena máxima, las tibias protestas de los celestes, dan lugar a que la falta existió.
Toledo cambia penal por gol y la cosa va por tres a uno. Cinco minutos desborde por derecha de Julián centro, Matus que se pasaba, tira la pierna para engancharla de taco, a lo Bruno Marioni, pero la pelota se pierde en un saque de meta, y llega el minuto diez, y todo cambia, pero para mal, Rogel, quizás aburrido del partido, empieza con un show personal basado pura y exclusivamente en obviar tarjetas amarillas y de una, sacar rojas sin ton ni son. Primero se va Andrade, vivos los celestes se lo “llevan” a Simoes, que por forcejear como los chicos con la pelota para hacer un tiro libre, ve roja directa. Y quedamos diez por nueve, y ya el partido no era partido, Boxing se floreaba con toques totalmente intranscendentes de esos que se usan cuando en un entrenamiento se practica “el loco” pero lastimar en arco contrario CERO. Salvo Cassin que quería jugar en serio, el resto nada, toques y más toques del medio para atrás de atrás para el medio de ahí a los costados, y un Matus lejos lejísimos de los tres palos. Cassin que desborda por izquierda, Albino García le toca la pierna de apoyo, falta, supongo amarilla, pero veo roja directa, un despropósito.
Treinta y dos Julián por derecha, hace la que más le gusta, va de la raya hacia adentro, piernas que buscan las de Julián pero el pibe esquiva una a una, pasan dos, tres, cuatro?? Cuando se cansa, mete un derechazo seco, abajo, y decí que Gustavo hizo un golazo, porque sino este era el mejor de la noche.
Hispano? Ahora sí se nota la diferencia numérica y hace lo que puede. Nueva escapada de Cassín, Muñoz lo toca, falta común, si pretendés ser riguroso, es para amarilla, no…. Veo roja directa, ya la exasperación de Hispano es incontenible y hasta te diría entendible. Creo que su capitán Páez ve roja también, deduzco, supongo que por protestar fuerte. Y Rogel, cuenta los hombres y no alcanza para seguir jugando. Y chau partido, hay que pararlo. Veo a Pablo Valencio enojado, va hasta Rogel y le recrimina, no lo justifico, pero lo entiendo. Hispano está muy molesto y se entiende. Si hasta yo que solo miro, estoy molesto.
Cuando sale la terna arbitral un particular intenta agredir a Rogel, mucha gente está fuera de sí y puedo asegurarle que no es por el resultado, que ya a esta altura es anecdótico, pasa por la impotencia de ver que te perjudiquen. Y Ud señor lector, que sabe que no es mi forma de escribir, amarillista de golpes bajos, o con el facilismo de echar tintas sobre un árbitro, por el contrario, es raro en mí hablar de los arbitrajes, pero hoy no se puede defender lo indefendible, no se puede no hablar del arbitraje, porque tuvo ingerencia, lamentablemente tuvo muchísima influencia en el normal desarrollo del juego. Si a Ud le contaron de seis expulsados y se imaginó una batalla campal, despierte, fue un partido común con los roces normales de un simple partido de fútbol.
El resultado?? Ahhh fue nueva victoria de Boxing, esta vez por 4 a 1 ... una más.

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