01 mayo 2008

Con la simpleza de El Cóndor

El Cóndor sin brillar ni mucho menos, se quedó con una victoria inobjetable, ante un Independiente que puso la pelota a ras del piso y tuvo criterio y buen toque pero en definitiva intrascendente, careció de peso ofensivo y los de la mueblería mostraron el valor de las cosas simples, con dos goles y todo un tiempo con diez jugadores se llevó los tres puntos.

El feriado te da ese derecho a llegar medio sobre la hora, en una tarde bien otoñal, con un sol que hacía más verde el campo de Boxing.
Eduardo Lugo, dando las indicaciones, para que se efectúe el trámite de saludo de todos los jugadores y la terna arbitral, en una elegante fila india. No es un protocolo más, ni tampoco una ocurrencia de Lugo. Es simplemente cumplir con una disposición emanada por AFA. Y luego sí, el arranque del partido, raramente muy cerca del horario.
Mi primera ocasión de ver al diablo, ya lo he visto a El Cóndor. Muchas caras jóvenes en el rojo, las de siempre en los azules. Esquemas similares de ambos, línea de cuatro bien definidas, mucha gente en el medio, y uno o dos puntas, según la circunstancias.
Matías Ripoll, con un tres en la espalda, que nada tiene que ver con su posición de enganche por el lado de Independiente, mientras que el “Leche” Hernández, sí tiene la diez y es la manija de El Cóndor.
Cabrera por un lado, Victoria por el otro, los encargados de “morder” en el medio, pero de apoco esa zona se llena de casacas de ambos equipos, en busca de copar la parada, pero se termina haciendo todo desprolijo para los dos equipos.
Diego Ojeda con su velocidad y movimiento constante hace la diferencia, pero se diluye ante la presencia de Fabio Gómez que espera siempre como último hombre.
Fabio, seguramente en la intimidad, debe ser mas bueno que el pan, pero en la cancha su sola presencia, intimida y enfrentarlo no es nada fácil.
Mauro Fuentealba, al que conozco desde siempre con sus jóvenes dieciséis años, ha ocupado, salvo el de arquero, todas las posiciones habidas y por haber, y el pibe jamás dice “No”, hoy va de punta y a pesar de no desentonar, es notorio que el rojo no tiene peso arriba, y entonces Diego Díaz con el oficio de siempre, tiene una tarde, como la que es, primero de Mayo, no trabaja.
Toque y más toque del diablo, pero sobre tres cuartos de cancha, sin sorpresa, muy previsible, y Ludueña solo mira el partido o colabora con algún esporádico saque de arco.
Cóndor tampoco es una “Elite” de fútbol hoy. Con tal de no encontrarse con Gómez, apostado como último hombre, prueba desde lejos con tiros varios, pero sin contundencia y menos aún con presición. Y todo daba para el cero por cero, pero cuando empezaba a diluirse la etapa, sobre los treinta y nueve, Hernández cerca del área toma la redonda por izquierda, y piensa “Y si me la juego??” y el leche se la juega, la pisa como en el potrero que lleva en el alma, y deja a Iraola, combina con Andrade, este se la devuelve, y el "Leche", siempre en zona de riesgo, de zurda la pone al corazón del área chica para que Diego Ojeda, haciendo perfecta lectura de la jugada aparezca de sorpresa y deje sin reacción a Rogel, que debe ir a buscar la pelota al fondo de su arco, en señal que Cóndor está arriba uno por cero.
Alegría empañada si se quiere a los cuarenta y cinco cuando David Encina, por protestar, ve la segunda amarilla y se va un minuto antes que sus compañeros con una roja que ya sabe, se cambia por suspensión..
Después de quince minutos, como para el deleite enfermizo de un cigarro. Eduardo Lugo autoriza el comienzo de la segunda parte .Menos de un minuto de juego, Hernández encara por izquierda, amaga y sigue, pisa el área y sigue, veo a Jorge Colman, que acompaña de cerca como centrodelantero, intuyo el pase y el gol. “No jodan” piensa Hernández, y en un rapto de egoísmo, la hace para él de zurda la pone abajo en dirección al arco, y el caño con ruido seco da rebote y se burla.
Dos minutos, Ripoll va por izquierda en ataque, mete centro justito a Fuentealba, pero le falta convicción y se pierde en un saque de arco. Cuatro minutos, pelota larga para Hernández por derecha, sale Fabio Gómez y en el mano a mano, raramente falla el capitán rojo, y el leche avanza un par de metros lo ve a Rogel que está en eso de “salgo o no salgo” y desde fuera del área el diez de la mueblería la cuelga entre los piolines para que Cóndor, de puro simple que juega hoy, esté dos a cero arriba.
De ahí en más el partido fue como la tarde, se nubló se puso triste y gris.
Zúñiga, ordena “Enroque” va Fuentealba de último hombre y a Fabio Gómez le dan la máscara de llanero solitario para que haga lo que pueda arriba, solo, demasiado solo.
Es cierto le faltaron algunos titulares al rojo, pero como escuché en la cancha, falta el compromiso serio, de saber que se juega en primera y que se debe tomar con la seriedad que corresponde. No lo había visto al rojo, no me defraudó, simplemente, no tiene, o al menos hoy no tuvo peso ofensivo, y algunos jugadores que sin jugar mal, les faltó mayor convicción para sumarle a las condiciones que obviamente tienen.
Cóndor, regula los partidos, sabe como y con quien juega, hoy tanteó el partido, y supo que con simpleza ganaba… tan solo con eso.

Audio de César Hernández (El Cóndor).

boomp3.com

Audio de Matías Ripoll (Independiente).

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